Cuándo debemos cambiar el líquido de frenos de la moto

Llevar un adecuado mantenimiento es algo totalmente indispensable para el buen funcionamiento de tu moto, y dentro del mantenimiento, una de las partes más importantes a la que merece la pena prestarle una mayor atención es a los frenos, ya que serán los que se encargarán de detener tu moto cuando sea necesario y aminorar la velocidad.

Hasta aquí todo claro, y seguro que muchos de vosotros pensáis que estáis llevando un buen mantenimiento en vuestra motocicleta y que le estáis prestando la atención necesaria a los frenos. Pero aquí es donde la mayoría cometemos el error, que es prestarle atención a las pastillas de freno, fijándonos en su desgaste, pero olvidándonos por completo del líquido de frenos, un elemento indispensable para el buen funcionamiento tanto de los frenos como de la moto.

Existe una creencia errónea que lleva a pensar a mucha gente que no es necesario cambiar el líquido de frenos de una moto, que no sufre ningún tipo de desgaste  o que simplemente es necesario asegurarse de que tiene el nivel adecuado. Y aquí es donde llegan los problemas.

¿Hay que cambiar el líquido de frenos de la moto?

La respuesta es un rotundo sí. Hay que tener en cuenta que el líquido de frenos vive expuesto a elevadas temperaturas que hacen que poco a poco vaya deteriorándose y pierda calidad, por lo que con el paso del tiempo ya no rinde igual. Hay que tener en cuenta que está expuesto al aire, lo que hace que el líquido vaya perdiendo poco a poco todas sus propiedades.

A esto hay que sumarle los cambios bruscos de temperatura, que también inciden en sus propiedades y características. Por todo esto, cambiar el líquido de frenos periódicamente es totalmente indispensable, ya que de lo contrario notarás como tu moto cada día frena un poco menos, aumentando la peligrosidad en la conducción.

¿Qué líquido hay que utilizar y cada cuánto tiempo hay que cambiarlo?

Cuando ya nos hemos decidido a cambiar el líquido de frenos, surge otra pregunta que para muchos tiene una respuesta desconocida: ¿qué líquido hay que usar y cada cuánto hay que cambiarlo?

Antes de nada, hay que tener en cuenta que en función de cada moto habrá que utilizar un tipo de líquido u otro, por ello lo primero es consultar las instrucciones del propio fabricante. Allí nos indicarán el tipo de líquido que debemos emplea en nuestra moto. Debes prestar atención a la especificación DOT(Departament of Transportation), una medida que marca la calidad de nuestro líquido de frenos y que se clasifica en función del punto de ebullición.

No hay que olvidar que el líquido de frenos es altamente corrosivo, por lo que si utilizamos un tipo de líquido con una especificación concreta que no se adapta a nuestro sistema de frenado, podría acabar estropeándolo y poniendo en riesgo nuestra seguridad durante la conducción. Así que asegúrate de que el líquido tenga una especificación apta para tu sistema de frenado.

En cuanto a la periodicidad del cambio, todo dependerá de la especificación del propio líquido, pero en cualquier caso habrá que cambiar el líquido una vez al año o cada dos años como máximo. A continuación te mostramos cada cuánto debes cambiar los líquidos con especificación DOT 5.1 y DOT 4, los dos más empleados en las motos:

·         DOT 5.1: una vez al año.

·         DOT 4: una vez cada dos años, como máximo.

Ahora tienes que decidir entre sustituir el líquido tú mismo o llevar tu moto a un taller especializado para que se encarguen allí de realizar el cambio. Lo cierto es que no es una tarea demasiado complicada, por lo que la podrás llevar a cabo tú mismo sin problemas.

Eso sí, es importante que al cambiar el líquido te asegures de que no se quede aire en el interior del sistema de frenado, ya que de lo contrario las burbujas se comprimirán en exceso cuando vuelva a accionarse la bomba, perdiendo capacidad y efectividad en el frenado de una manera importante.

Y por último, conciénciate y colabora con el medio ambiente, llevando tu líquido de frenos utilizado a un contenedor o a un punto limpio para que lo traten de manera adecuada y responsable.